Atravesando el Cañadón de la Vizcacha, el campamento alza sus tiendas en un claro del bosque. El paseante intrépido que gusta de la flora y la fauna autóctona llega al campamento como quien llega a su casa después de largo trajín. Esta es tierra de baqueanos, del que busca sentirse familiar al terreno como se sienten el piche, el hurón, el gato del pajonal. Del que busca cortar el hilo con el allá y enlazar el acá del monte, encontrar su nueva e indómita querencia.
La Ponderosa supo ser la casa de Lita y Pirulo, pioneros y fundadores de la Estancia. Cuenta con dos habitaciones en suite, living y cocina comedor. A metros de la casa principal se encuentra La Casa de Sogas.
La Veranada era el lugar donde los Gauchos traían al ganado a comer las pasturas más verdes. Allí, frente a una exclusiva vista al Monte Fitz Roy, emergen 4 casas monoambiente que mantienen la misma estética y esencia de aquellos puestos patagónicos.